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Mostrando entradas de noviembre, 2009

4 (IV) CORRESPONDENCIAS

1 La Naturaleza es un templo donde vivientes pilares Dejan escapar a veces confusas palabras; El hombre por allí pasa a través de bosques de símbolos Que lo observan con miradas familiares. 5 Como largos ecos que de lejos se confunden En una tenebrosa y profunda unidad, Vasta como la noche y como la claridad, Los perfumes, los colores y los sonidos se responden. 9 Hay perfumes frescos como carnes de niños, Dulces como oboes, verdes como praderas, _ Y otros corrompidos, ricos y triunfantes, 12 Que tienen la expansión de las cosas infinitas, Como el ámbar, el almizcle, el benjuí y el incienso, Y que cantan los transportes del espíritu y de los sentidos. LAS FLORES DEL MAL CHARLES BAUDELAIRE Foto: JOTA

40 (LXVI) LOS GATOS

1 Los enamorados fervientes y los sabios austeros Aman por igual, en su estación madura, A los gatos poderosos y suaves, orgullo del hogar, Como ellos friolentos y como ellos sedentarios. 5 Amigos de la ciencia y de la voluptuosidad, Buscan el silencio y el horror de las tinieblas; El Erebo (1) los hubiera transformado en sus corceles fúnebres, Si pudieran a la servitud inclinar su orgullo. 9 Adoptan al pensar las nobles actitudes de las grandes esfinges reclinadas en el fondo de las soledades Que parecen dormirse en un sueño sin fin; 12 Sus lomos fecundos están llenos de chispas mágicas, Y parcelas de oro como arena fina, Irradian vagamente sus pupilar místicas. (1) Paralos antiguos el Erebo es la oscuridad, la parte tenebrosa de los Infiernos, y sus caballos son los del carro de la Noche, madre de la Muerte. LAS FLORES DEL MAL CHARLES BAUDELAIRE Fotografía: Jota Arthom