
Pintura: Oleo sobre madera 2002, JOTA
Don Charles W. Thompson
(.....) Profundamente sincero, era de los que realizan y ejecutan sin hablar, sin hacer alarde.
Su mejor empresa era interior: un propósito tenaz de hacer siempre bien las cosas, de hacer lo mejor posible, como obligación y no como virtud
Esa era la razón de su serena alegría contagiosa.
Había hecho del trabajo un hábito y gozaba trabajando, como lo hace el artista, aun en las más fatigosas y arduas labores.
Sencillo, metódico, austero, no se permitió más que lo necesario para vivir y hacer de su hogar un recinto hospitalario y propicio para la amistad (....) su mente estaba alerta a toda nueva idea o método. Esa inquietud de renovación unida a su natural optimismo, constituían sin duda, la fuerza motriz del entusiasmo con que arremetía la acción en procura de sus objetivos.
Agudo sentido práctico y peculiar manera de mirar siempre adelante, de proyectarse hacia el futuro, determinaron que fuera un pionero en muchas actividades del agro que hoy se generalizan(.....)
Artículo del diario "acción", jueves 20 de octubre de 1966, Mercedes.
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