De Rosana Maria Vuan Lockhart
Y así fue. En el ´38 nació mamá. Después Martha, Helena, mellizos que no sobrevivieron los 3 meses, y Coto. Tiempos felices, compraron casa, la abuela absolutamente dedicada al hogar hizo de sus cuatro hijos buenas personas, independientes, luchadores y con proyectos. Para cuando los tres más chicos pasaron los dieciocho, estaban presos por tupas. Aunque Coto todavía no los había cumplido así que lo largaron enseguida. Tiempos difíciles para Marita. Visitas acá y allá. Martha estaba en Montevideo, después la exiliaron al Chile de Allende, después se vino a la Argentina de Isabelita y finalmente terminó en Devoto.
La abuela se venía a la Argentina, a veces no la dejaban verla, ella iba igual Paraba en un Hotel para no comprometer a nadie de la familia de papá. Volvía y tejía. Tejía a dos agujas, a crochet, y nos contaba que en la Argentina había desaparecidos, que los milicos secuestraban y mataban, que las madres de allá le habían contado. En ese tiempo yo tenía 13 y no entendía la extensión del concepto “desaparecer”. Helena se había mudado al lado, con Marcos y Pablo chiquitos. Sin prisa y sin pausa la abuela con su economía de guerra le compró una casa a cada hijo, ella de todos modos comulgaba con la idea de la propiedad privada.
Con el transcurso de los hechos la abuela notaba que la gente dejaba de saludarla, tomó entonces la conducta de no saludar a nadie, que me contó y a mi me pareció muy bien. También había código de timbrazo familiar. La abuela mantenía la calma, con plena conciencia trataba de acompañar a sus hijos y mientras cuidaba algún nieto y entre tanto mantenía al abuelo totalmente ajeno al mundo y concentrado en escribir y pensar. A las 5 inamovible merienda de té con leche y torta de manzanas.
Volvió la democracia, Coto vino con la camioneta del campo, Martha y Helena de Bélgica y mamá de la vuelta, subieron a los abuelos y salieron juntos a festejar.
Hace 3 años la operaron, ya había perdido al abuelo hacía unos años, en la habitación le preguntó a mamá como había estado el discurso del Evo, también lo llamó a Bruno, porque venían con unos desencuentros, y le dijo que lo quería mucho. A la noche se murió.
Volvió la democracia, Coto vino con la camioneta del campo, Martha y Helena de Bélgica y mamá de la vuelta, subieron a los abuelos y salieron juntos a festejar.
Hace 3 años la operaron, ya había perdido al abuelo hacía unos años, en la habitación le preguntó a mamá como había estado el discurso del Evo, también lo llamó a Bruno, porque venían con unos desencuentros, y le dijo que lo quería mucho. A la noche se murió.
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