Confirmado el embarazo me apresto a preparar el ajuar del bebé.
¿
Cómo apretar tanta ternura para tus piecesítos, si ambos cabrían en una azucena
?
Enhebraré mis besos en la suave lana, para que en la trama de los
escarpines se queden entrelazados.
¿
Cómo proteger tu pecho del roce de mis temores ?
Vainillaré el lino de tus camisitas para dejar pasar, entre los hilos,
los mejores sentimientos y la
inquebrantable fe.
En
punto “arroz” tejeré las batas y, en cada grano, quedará anudada una partícula
de mi corazón.
He
de bajar las nubes tenues del amanecer y de sus gasas cortaré cuadrados para
hacer pañales.
Pétalos de rosas y gardenias que guardé en el verano perfumarán
mantillas y chiripás.
Guirnaldas de estrellitas bordaré en los
baberos y, como puntilla, al mar pediré la espuma para hilvanarla.
Papá
traerá el blanco vellón de la mayor finura, que para ti tiene reservado.
Hilaremos la lana en la rueca de nuestro amor y te envolveremos, hijo mío, en
un rebozo de tules de ilusión.
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