1.-
Hijo: ¿ te causa temor o extrañas estar fuera de mí ?
Antes
flotabas ingrávido, bien guardado en un nirvana tibio y seguro, moviéndote sin
roces en todos los sentidos. Ahora son nuevos los contactos, sensaciones y
posturas.
La
endeblez y ternura de tu cuerpecito, que tratas de adaptar a su peso, reclaman
cuidado, delicadeza y manipulaciones especiales.
Solícitos afanes, mimos y caricias te prodigo, para que la vida vaya
resultándote amena.
Tienes todo por descubrir, aprender, explorar.
En
los primeros meses sabrás solo de sueño, hambre y saciedad. Progresivamente
irás conquistando autonomía y adquiriendo conocimiento de ti mismo y del mundo que te rodea.
Después el despertar de la inteligencia , que incita la curiosidad, te
impulsará a preguntar, preguntar....¿ Porqué , para qué, para quién son las
cosas cómo son ?
Con
los años irás comprendiendo que la vida es bella y merece ser vivida en
solidaridad fraternal, en convivencia pacífica , respetando la dignidad y el
derecho ajeno.
Escucha, bebé, cómo gime el viento y raspa la ventana.
Hace
frío.
En
el campo el corderito se arrima al calor de la madre.
La
perdiz silba en el chircal. Y yo, junto a la cuna, te contemplo enajenada por
la gracia y el encanto de poseerte.
2.-
Al
oír tu llanto se estremecen mis entrañas y la leche comprimida en los senos,
fluye impetuosamente.
De
pequeño que eres no ves aun con claridad , no piensas ni tampoco me amas. Sin
embargo, cuando sostengo tu cuerpecito tibio, blando y frágil contra mi pecho
creo que no habría poder humano capaz de arrebatármelo, ni gloria mas excelsa
que tenerte acurrucado, protegido y seguro entre mis brazos.
Toma
tu miel, amor mío, bébeme.
¡
Qué dulce y grato es sentir la prisa de tu ritmo circulatorio, el pulso de tu
carne temprana, el contacto de tu piel-jazmín de mi vientre – en mi piel.
¡
Cómo disfruto al reconocerme necesaria, pletórica de vigor vital y saludable
bocadillo, para criarte !
3.-
Amamantar: experiencia intensa y singular de gozo, embeleso y paz.
Plenamente satisfecho se ha dormido al calor de mi corazón
Lo
recuesto al hombro para el “buen provecho” y se dobla como tallo de hierba
cuando calienta el sol.
Y
desde el fondo del alma desbordada de emoción sube un salmo: el Señor
misericordioso me ha bendecido dándome otro hijo a quien consagrarme.
En
él y por él creo desarrollarme, prolongarme, superarme.
Los
gorriones del nogal están de fiesta en la ventana.
El
sol ha posado sus dedos claros en el sillón donde mezo a mi bebé.
Un
hálito invisible mueve las cortinas.¡ Dios está con nosotros!
4.-
Oración
Señor, Dios mío:_
Gozo
por haber fructificado: tengo un hijo, ¡ un hijo!...
No
cesaré en alabarte y agradecer esta bendición y tantos bienes recibidos sin
mérito alguno.
Vivo
pendiente de su llanto, sus gestos, sus latidos; expectante de la primera
sonrisa. Lo contemplo dormido y una emoción nueva estremece mi corazón. Desde
lo más hondo el alma busca conectarse contigo_ mi Pastor, mi Roca -
interrogando: ¿ como será ?
Pongo la esperanza en Ti – dador de vida, de paz y sabiduría – confiando
en tu paternal e infinita bondad como sostén y auxilio del empeño mío, de ser
madre solícita, comprensiva y justa.
Haz
de mí un instrumento de tu voluntad, dócil arcilla en tus manos, para cumplir
la sagrada tarea de educar a mi niño conforme al designio que tienes sobre él y
según la certidumbre que me revela la fe.
Alumbra el camino cierto e infúndeme prudencia en el entendimiento para
discernir temprano sus tendencias, cualidades y aptitudes en germen.
Tu
Espíritu me sople el don de consejo, para resolver situaciones difíciles,
enderezar desvíos y poner límites, conciliando benignidad con firmeza y
disciplina.
Inspírame creatividad y paciencia para ayudarle a modelar su carácter y
templar su voluntad en una actitud positiva hacia el estudio y el trabajo.
Aguza mi intuición para descubrir, directamente en mi interior, los
motivos de reincidencias o disposiciones egoístas.
Procuraré enseñar las reglas de buenos modales, de convivencia fraterna
y solidaridad, sin amenazar con prohibiciones y castigos que susciten
resentimiento o sensación de maltrato.
Creo
que es fundamental el rol de la familia en estimular el correcto
comportamiento, desarrollando en el niño
receptividad emocional y sensibilidad espiritual, promoviendo
vivencias morales y estéticas.
Padre nuestro – maestro y alfarero ¬ confiamos en tu auxilio y sostén, para ser padres fieles a este proyecto.
Comentarios
Publicar un comentario