En el año 74 mi mamá, con 36 años y 5 hijos se ganó una beca de estudios en la Sorbona por un año. Despuès de arduas deliberaciones en el dormitorio con mi papá, las cuales a veces eran mas audibles que otras, decidieron que se iba. Con la ayuda de Walkiria, que vivía en casa, Teresa Castillo que venía a cocinar y Fernández, el chofer, la cosa parecía que iba a funcionar bien. Los criterios de educación y cuidado pasaron raudamente a las manos de Walkiria. Ella estaba muy preocupada porque Giordano, de 2 años no hablaba una sola palabra, asi que un día dijo que nos portaramos bien que ya volvía y se fué con él. Al rato volvió y nos dijo seriamente que había llevado a Giordano al curandero, el buen hombre le sugirió que para curar la falta de palabra, había que darle sopa de letras, y que la tenía que tomar directamente del cucharón. No sé si resultó, es el día de hoy que mi hermano Giordano es una de las personas más calladas que conozco. El novio de Walkiria estaba preso en la cárcel ...